lunes, 8 de septiembre de 2014

Rogel, Fácil y Ríquisimo


Les juro que no van a poder creer que este rogel se lleve tantos piropos.
La primera vez que lo hice tenía mucho miedo, no sabía como iba a resultar, encima (atrevida yo) lo llevaba como postre a la casa de unos amigos. Lo cortaba nerviosa y entregaba las porciones pidiendo a todos los santos que no me lo tiren por la cabeza. Y no, en vez de eso me devolvieron una catarata de halagos. Pense que capaz era una casualidad así que lo repetí dos veces más, con público nuevo y sucedió lo mismo: la gente lo piropeo mucho.


Para hacerlo van a necesitar:

Tapas de empanada hojaldradas
Dulce de leche
Merengue

El procedimiento es sencillo, hay que estirar las tapitas, una por una con un palo de amasar e ir metiéndolas al horno, un minuto de cada lado. Ojo que son finitas y se doran rápido. Una vez que tiene todas, las van intercalando con dulce de leche, untenlas con poquito DDL porque sino queda demasiado empalagoso. Como las tapas son finitas pueden apilar muchas así que no se excedan con el dulce. Las tapas quedan finitas y crocantes así que cuando las untan se rompen, sigan adelante que no pasa nada. Cuando llegan a una altura que les guste, hacen un merengue (italiano uso yo) y lo decoran. The end!



El único trabajo que demanda es el de estirar las tapas pero les juro que vale la pena, el rogel queda buenísimo y ustedes van a quedar como unas reinas.
Para mi queda más rico aún si tiene un día de reposo en la heladera.

Bon appetit!

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